El cheesecake es desde principios del siglo XX un icono dulce para los neoyorquinos, cada cafetería se precia de tener una versión propia de este pastel en sus menús, aunque la autoría de la versión genuina se le atribuye a Arnold Reuben, un joven alemán que llegó a Estados Unidos para dedicarse a la restauración y que tras ser invitado a una cena donde probó una tarta de queso muy especial no paró hasta conseguir su propia versión, la del cheesecake neoyorquino.
10 trucos para conseguir el cheesecake perfecto
1. El cheesecake está mucho más sabroso de un día para otro (como casi cualquier receta de repostería). No seas impaciente y caigas en la tentación de probarlo recién salido del horno, te prometo que la espera valdrá la pena.
2.Todos los ingredientes necesarios para la receta deben estar a temperatura ambiente.
3. Lo ideal, es utilizar un molde redondo tradicional, con aro y fondo desmontable. Así nos resultará mucho más sencillo presentarla y que quede perfecta.
4. La base de galletas podemos tanto enfriarla en la nevera como hornearla (dejándola enfriar antes de poner el relleno). Yo te recomiendo hornearla, conseguirás una base mucho más crujiente.
5. Para mezclar los ingredientes de la masa, debemos hacerlo con la batidora a la velocidad mínima. Así evitaremos añadir aire a la preparación ya que si no, durante la cocción, esas burbujas de aire subirían a la superficie y la tarta se agrietaría al enfriarse. Ahora ya sabes por qué a casi todo el mundo le sale el cheesecake roto… excepto a ti, a partir de ahora.
6. Es muy importante que te asegures de que no quedan grumos de queso en la masa, éstos no se desharán solos en el horno. Para que quede todo bien integrado, es importante que el queso esté también a temperatura ambiente a la hora de batirlo.
7. No utilices ingredientes light, la grasa es necesaria en esta receta. Sí, lo sé, te acabo de romper el corazón.
8. Para hornear la tarta, puedes hacerlo con o sin baño maría. En ambos casos, al terminar el horneado, pasa un cuchillo mojado en agua caliente alrededor del molde. Esto evitará que la tarta se agriete al encogerse mientras enfría.
9. Deja enfriar el cheesecake en el horno antes de meterlo en la nevera.
10. Si quieres conseguir un corte limpio a la hora de presentarlo, en truco de usar un cuchillo mojado en agua caliente también te será muy útil.